domingo, 7 de mayo de 2017

Actividad de los eclipses

Marte y su influencia en los eclipses activos.


En 13° de Géminis coinciden dos eclipses, de Venus y Mercurio, el eclipse de Venus y la conjunción Marte-Venus del eclipse de Mercurio, el primero entró en actividad en junio de 2012, el segundo en mayo de 2016.

A partir del 10 de mayo, Marte se suma a la actividad de los eclipses una vez mas, en este año Marte activó estos eclipses el mismo día en que la Otan desembarcaba sus tropas en Alemania en enero, Marte transitaba los 13° de Piscis, Neptuno por tránsitos activó los eclipses cuando el presidente Trump ordenó atacar Siria, el 6 de abril Neptuno ingresaba en los 13° de Piscis.

Esta configuración proporciona el suficiente estimulo, para que las cosas se movilicen porque promueve iniciativa, audacia y riesgo, excentricismo y necesidad de libertad, con mucha energía, incluso en la expresión al comunicar.
Podemos observar la posición de Urano en Acuario del eclipse de Sol activo,  en trino a la dinámica de los eclipses en 13° de Géminis, el tránsito de Marte desencadena la energía uraniana.
Un punto a tener en cuenta es la tensión que genera Urano en contacto con los eclipses, si bien se trata de un trino y conlleva equilibrio, causa disconformidad, irritación y conflictos.
Arrastra al cambio en situaciones que generalmente se posponen, ahora se buscará encontrar un modo de resolver porque tendrá lugar el impulso suficiente para determinar,  osar y enfrentar lo que sea.

La misma fuerza y energía podrá ser usada para terminar con algo que viene generando preocupaciones y problemas, el riesgo será el boleto y aunque el contrincante de un poco de resquemor o las condiciones parezcan inconvenientes, primará la audacia y la confianza en uno mismo para marchar a favor del viento y contra todos los vientos.

Secretos que se han mantenido ocultos podrían salir a la luz inesperadamente, escandalizando a unos, asustando, indignando a otros, generando confusión, protestas, reclamos y engaños, trampas, mentiras, rumores, chismes, aportarían un escenario de enojos, paranoia y confusión.
Una nadería despertaría una furia  incontenible liberando agresión y violencia dejando de lado las consecuencias.

En casos límites puede provocar ataques de pánico porque la situación se percibe amenazante, estados emocionales alterados, el recuerdo de los propios actos podría presentarse fragmentado sin saber responder que sucedió, porqué se actuó de determinada manera.

En otro extremo puede provocar temor a reaccionar ya que la imaginación en este tiempo no es buena consejera, produce angustia que se desencadena por la extrema ansiedad, la tensión es tan grande que surge el miedo a proceder y cometer un error inesperado, en este caso se produce un malestar intenso difícil de manejar porque hay enojo y el temor es llegar a perder el control.

Si en este tiempo se produce un descontrol sería difícil de encausar, es necesario pugnar por el diálogo, la comunicación constructiva, evitando la manipulación.

© Cristina  Scharle 2017


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